El día 22 de abril de 2024 empezó nuestro octavo viaje solidario, esta vez con destino Kenia. Después de un día intenso con muchas horas de vuelo, llegamos por fin a Nairobi, donde una vez fuera del aeropuerto, con todas las maletas y material solidario, nos recibió una comitiva de los AFC Leopards, club contra el que disputaríamos el partido amistoso, de la mejor manera posible, con música y baile.
Con pocas horas para recuperar el cansancio del viaje, las ganas del grupo y el escenario que nos esperaba para realizar el entrenamiento, el Nyayo National Stadium, hicieron ilusionar de lo lindo a todo el mundo.
Una bienvenida maravillosa del club local y sus representantes, encabezado por su presidente, dieron paso al intercambio de presentes. Al finalizar, sesión de entrenamiento en una tarde poco calurosa y con lluvia final. Risas, fotografías y muy buen rollo para afrontar el gran partido del día siguiente.
El equipo llegó con el espíritu y la emoción propia de un partido de este nivel. El AFC Leopards es el equipo nacional, el del presidente, el que más afición arrastra en el país. El escenario era inmejorable, un Nyayo National Stadium con unas 14.000 personas en el campo, banda de música, animación y la presencia de las máximas autoridades del país, entre ellos el presidente de Kenia, el señor Ruto.
Buena temperatura y las emociones a flor de piel, tanto en el campo como en la grada. El partido empezó con un guión propio de aquello que uno desea, el 0-1 de Rubén, en una jugada estratosférica, no solo hacía crecer la leyenda del jugador con 3 goles en el continente, también daba una ventaja del todo inesperada. Aun así, los Leopards aceleraron y antes del descanso se ponían con un 2-1 en el marcador.
En la segunda parte, un mal inicio hacía que el resultado abriera un agujero bastante complicado, 4-1, todavía con muchos minutos por delante y el cansancio acumulado. Pero un gol en una conducción de Domin con asistencia a un jugador local que nos habían cedido para el partido, y el gran gol de Tijan, acabado de incorporarse, lo ajustaba todo hacia un final increíble.
A pesar de las últimas ocasiones, el 4-3 fue definitivo y la fiesta final entre público, rivales y nosotros celebrando el esfuerzo, fue la traca final.
Sencillamente, si tuviéramos que escoger una sola palabra sería inolvidable.
La expedición entró dentro del asentamiento de Kibera, uno de los más grandes actualmente de África. La telaraña de calles y caminos laberínticos, se ensartan dentro de un núcleo caótico donde antes todo era bosque.
Un contraste de realidades, los desechos y residuos quedan delimitados por la línea de tren que da a un magnífico campo de golf, una imagen impactante. Día de visita por los diferentes proyectos de Kubuka, a la planta de reciclaje de plástico y de bloques de hormigón, y también a la escuela. Se trata de una entidad que tiene por misión crear un desarrollo sostenible centrándose en la educación y sensibilización en temáticas de acción climática y el emprendimiento social como motor de cambio, apoyando a proyectos que nazcan y perduren gracias al esfuerzo y apoderamiento de la comunidad beneficiaria del barrio.
Durante la visita al centro, los niños y niñas y el Ramassà compartieron momentos emocionantes y una actuación musical como agradecimiento.
También pudimos conocer los proyectos de KiCA, entidad local que dispone de un espacio creativo de video, danza, música y arte, con una marca propia #madeinkibera.
Después de una comida local, nos dirigimos a jugar un partido con los ganadores de un torneo de barrio, partido donde el campo, la expectación y los niños y niñas, lo convirtieron en una nueva fiesta, con un final lleno de cánticos y abrazos.
Para cerrar el día quedaba la visita a la residencia de la embajadora de España, donde la recepción oficial fue compartida con las 40 personas de nuestro grupo, los miembros de Kubuka, representantes del Ayuntamiento de les Franqueses del Vallès y, como no, Rift Valley Expeditions.
Aprovechamos el acto para hacer la entrega a Kubuka de los 900 kg. de material solidario y el cheque con la aportación final de 3.700€.
Como cada año, tuvimos la oportunidad de conocer mejor la realidad del país, sus comunidades y tradiciones.
La ruta hacia las llanuras de Loita nos ofreció imágenes fantásticas de cebras, monos y algunas panorámicas de gran belleza. Hacia el mediodía llegábamos a Loita Plains y nos establecíamos en Majimoto. Los Masáis nos esperaban. Su hospitalidad, historia, costumbres y conocer todos los detalles que querían compartir, hizo que rápidamente se ganaran el aprecio del grupo, compartiendo momentos increíbles que nunca olvidaremos.
Los últimos días de nuestra estancia a Kenia los disfrutamos entre el Parque Natural del lago Nakuru y el Lago Naivasha. Una auténtica experiencia visual por sus parajes y riqueza en biodiversidad que te hace mantener todos los sentidos en alerta para captar la belleza natural que teníamos ante nuestros ojos.
El día 30 de marzo volvimos hacia casa cargados de emociones y con el agradecimiento de haber podido compartir tantos momentos inolvidables en Kenia.
Este año presentamos el cuento solidario «Kyalo descubre la tribu Masái”, hecho por la misma ONG Kubuka. El cuento acerca la realidad del continente africano y ayuda a conocer algo mejor el pueblo masái.
Todos los fondos recaudados con esta iniciativa fueron destinados a financiar el proyecto de sensibilización y educación sobre gestión de residuos y reciclaje que el ONG lleva a cabo dentro del asentamiento de Kibera.